Las denominadas Terapias de Tercera Generación están emergiendo como una alternativa de intervención eficaz para los diferentes problemas que pueden acontecer en la población mayor. En concreto, este tipo de terapias muestra una emergente evidencia clínica sobre el abordaje del cáncer, el dolor crónico, los problemas cardiacos, trastornos depresivos, trastornos de ansiedad y trastornos de personalidad.
En la presente revisión, la mayor evidencia clínica procede de las Terapias basadas en Mindfulness (MBT); sin embargo, los resultados en población clínica son heterogéneos y limitados.
Algunos estudios han mostrado resultados contradictorios (véase Morone, et al., 2008; Morone, et al., 2009) o una eficacia parcial (Mularski, et al., 2009; Robert-McComb, et al., 2004; Texeira, 2010). No obstante, las MBT han mostrado resultados prometedores en población mayor no clínica. En esta línea, se ha observado que el programa MBSR mejora el afecto positivo (Gallegos, et al., 2013), la percepción de soledad, disminuye al expresión de genes pro-inflamatorios (Creswell, et al., 2012) o la presión arterial (Palta, et al., 2012). Resultados similares se han encontrado en población joven (Carlson, Speca, Faris y Patel, 2007; Hoffman, Sawyer y Witt, 2010).